jueves, 14 de octubre de 2010

Compost: abonemos el huerto con basura

Como tengo que esperar 54 minutos hasta que megavideo decida volver a ser útil, he decidido seguir con esta insipida guía de agricultores urbanitas.

Dado que ya es otoño, vamos a ver como combertir esas hojas que empiezan a caerse, las plantas que se nos secan ya y demás cosas que podríamos tirar perfectamente a la basura, en COMPOST para el año que viene.

Pero... ¿Qué coño es el compost?

En verdad es algo muy simple, es materia orgánica descompuesta por efecto de ciertos microorganismos. En en la naturaleza se hace por si solo, y nosotros intentaremos imitar este efecto en nuestra casa.

Para ello necesitamos un recipiente del tamaño que necesitemos (a mayor recipiente, más compost).


Yo voy a reutilizar este cubo de basura que se me rompió por debajo.

Lo primero que hay que hacer es limpiarlo, si tiene restos de basura puede empezar a oler en cuanto le de el sol un rato...

Despues haremos agujeros por todo el cubo (yo los he hecho con un calentador de estaño... de esos que usábamos en tecnología xD)





¿Y qué le echo a este cubo?



Podemos echar los desechos de la cocina (solo de vegetales, si eschas carne, preparate para luchar contra las moscas y el mal olor). Si los vamos guardando a lo largo de la semana, podemos añadirlo todo de una vez.


También echaremos plantas y hojas secas, raices que arranquemos del huerto, cartón o papel (a ser posible que no lleve tinta de color)...

Es importante hacer una mezcla equilibrada entre verde y seco, si no puede ser que nos coman las moscas.
La proporción idonea es 1 parte de verde por cada 3 de seco.



 Trocearémos los trozos más grandes de verdura, así se descompondrán más rápido.



La primera vez que echemos los desechos, podemos mezclarlo con algo de tierra de semillero. Si hacemos esto, las bacterias que ya hay en la tierra, pasarán a la ensalada que habremos hecho en el cubo y se descompondrá más rápido, pero solo la añadiremos la primera vez que echemos algo, después no hará falta.


Iremos echando ahi desechos hasta llenar el cubo. Le daremos vueltas cada semana con la pala y al final conseguiremos algo más o menos así:


Si mezclamos esta tierra negra/marrón con la tierra de nuestros barreños, nos evitaremos añadir químicos rancios a nuestro huerto y ahorraremos algo también, dado que lo que usamos ahora para abonar... lo íbamos a tirar a la basura =D

Hala, ahora... ¡¡A rebuscar en la basura!!