Cuán amargante es el otoño para el que ansía salir al huerto a plantar...
Es una jodienda eso de se nos estropeen las cosas ahora con las llovias y demás... aunque siempre podemos plantar rabanos ._.
O comernos una zanahoria, que empiezan a engordar ya desde que las sembré...
Pero poca cosa más... y mucho menos escribir un blog decente, por lo cual no puedo actualizarlo con tanta frecuencia como quisiera.
A no ser que querais que os explique como ir a la caza de las horas para el compost. Ahí se puede ver el efecto del aire que hace en mi terraza con la pobre rama de un limonero.
Por cierto, ¿A qué mola? Etaba en un contenedor (¿De donde voy a sacar yo algo si no es de ahí?)
También podemos ver como van saliendo nuevos aloes al lado del grandote.
O arrancar jaramagos de las macetas, que en cuanto te descuidas un par de días, te atacan.
Poca cosa podemos hacer en esta tediosa, a veces hermosa, estación que nos injecta esa melancolía con cada hoja caida... aunque claro:
No puedo ser sin que las hojas vuelen y vuelvan a la tierra. (Pablo Neruda)
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En el próximo episodio:
El agua de lluvia: ¿Hace algo más que quitar la mierda de nuestro patio?
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